¿ Dónde quedaron esas palabras que me llenaban los pulmones de aire al suspirar profundamente?
¿A dónde van esos te quieros que regalabas a mis oídos?
Tal vez necesites respirar cinco veces seguidas con los ojos cerrados, dejar tu mente en blanco, sentarte en ese maravilloso taburete tejido por mamá y poner suavemente los dedos en el teclado del piano, Dejar que la música fluya , llenarte las mejillas de lágrimas , sentir como un escalofrío recorre tu cuerpo al recordar que ya no está, que estás sola, que necesitas que te seque las lágrimas, que silencie tu llanto con un beso al infinito…
Pero si te pones a pensar en tu momento preferido con esa persona, te das cuenta que has sonreído involuntariamente, y que realmente lo has querido, que sabes que estubo ahí metido , que no te lo podías quitar de la cabeza, que con una simple mirada te hacia la persona más feliz del mundo, que cuando estabas con él y te daba la mano no te importaba nada más en el mundo, sólo pedias que no te soltara nunca...
No te arrepientas por nada, todo sirve como lección a lo largo de la vida, de los grandes errores se aprende realmente. Y recuerda que todo dolor que sufras por un amor, viene por los grandes y maravillosos recuerdos que sabes que jamás desaparecerán, siempre permanecerán vivos en tu corazón.
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